AMIGOS BIENVENIDOS A ESTE NUEVO CICLO ESCOLAR, AHORA SI, EL TIEMPO HA LLEGADO, ESTE BLOG SE REACTIVA, COBRA VIDA E INICIAMOS CON LA OPINION DEL COMPAÑERO PROFR. JORGE JIMÉNEZ RONZÓN....
Ante los nuevos retos educativos que la sociedad demanda, referida a la formación integral de los alumnos, visualiza insumos con características correspondientes a satisfacer necesidades, que no permiten un crecimiento de mejora en los diferentes ámbitos como los: sociales, culturales, políticos, comerciales, etc. Ante tal disyuntiva presenta a la escuela como un medio el cual tiene la responsabilidad de dar solución a ciertos problemas existentes, su propósito primordial es formar sujetos capaces, autónomos y propositivos; por tal, toma como base a la educación desde una perspectiva en el desarrollo de competencias, en el enfoque que permite visualizar alumnos capaces de movilizar conocimientos para una resolución de situaciones cotidianas, autónomas y creativas, etc. lo cual compromete al docente a una actualización permanente en los aspectos tanto personal como profesional, pues se trata de formar sujetos complejos, desde un punto de vista científico, como un todo,, como entes biopsicosociales, con conocimientos y sobre todo con valores éticos y sociales. Dos interrogantes me permitirán profundizar de manera significativa en la temática de análisis: ¿Cómo aprende el niño y joven de hoy? ¿Qué esperan y quieren de la escuela?.
El maestro como mediador de conocimientos y elemento importante en la institución educativa, debe desarrollar conciencias preocupadas para fortalecer los criterios que permitan un crecimiento desde una formación en un sentido individual-plural de convivencia y aceptación de su cultura lo cual les ayudara a desenvolverse de manera significativa en un mundo globalizado en donde se han perdido los valores éticos y sociales.
Una de las características de los alumnos actuales es que se encuentran muchas veces aislados y solitarios en medio de muchos individuos despersonalizados en la gran sociedad que sufre el impacto de una crisis de pasividad, en espera que todo llegue a él de manera fácil, proporcionada por los demás, suceso que lo califica como un ser reactivo, presentando una actitud de conformismo y sin una perspectiva de alcance frente a los retos que les presenta la vida.
Dentro del campo de la dependencia social del ser humano, se encuentran los problemas cruciales de nuestra época, tal como son la falta de unidad de la familia, la paternidad responsable y la educación de los hijos; el problema de la socialización, los movimientos políticos y revolucionarios; la confrontación de las culturas y de las generaciones, los grupos de tribus urbanas que su mayor objetivo es estar en contra de las normas sociales, la relación de la enseñanza y puestos de trabajo, entre la libertad personal y exigencias sociales. Dichas consecuencias se han establecidos por la falta individual de desafíos que enfrentar para el logro de ideales y el reposo social que ha permitido la expresión libre encaminada a acciones liberales.
Ante tal inconveniente, nuevos modelos en el mundo actual exigen cambios en la educación, en todos los sentidos de la formación integral del ser humano, exige formar ciudadanos con iniciativa, responsables, pensantes, autónomos y pragmáticos, con actitudes abiertas al sentido del cambio desde sus propias perspectivas de vida para una superación y crecimiento. Sylvia Schmelkes menciona que “la escuela debe ser un generador que impulse el desarrollo de una población proactiva, con iniciativa y orientación hacia la solución de problemas” (1998), pues vivimos en una sociedad cambiante donde se dan fracturas que permiten desinflar o impulsar acciones de superación que impactan de tal manera el pensamiento del hombre, induciéndolo muchas veces a accionar y reaccionar de manera no convincente en la vida. Para esto se requiere de ciudadanos con un espíritu crítico que se tomen la libertad e iniciativa de ir más allá de las apariencias, para llegar a la complejidad de las cosas. Debe dudar siempre de lo que se ve, interrogar para ir más allá de lo que se dice. Estos cambios se deben producir de manera inmediata para alcanzar logros significativos en este movimiento de desbalance y crisis social. A tal situación la escuela necesita capacitar personas innovadoras, propositivas, seres integrales y completos, es decir sujetos proactivos, con ideas, metas y una perspectiva de proyección, potencializar ese sentido de superación y rescate universal, para enfrentar los cambios de una nueva era que radica en la autoconstrucción y renovación de actitudes con iniciativas de tomar decisiones.
Es importante el analizar el porqué de las conductas que se presentan en escuela, siendo un escenario de interacción entre docente y alumnos, es una institución fundamental de la sociedad y de la formación integral del hombre. Retomando la falta de una actitud positiva y compartida con sus propios compañeros, la dificultad de tomar iniciativa propia en la toma de decisiones, tomando posturas de ser dirigidos antes que explorar y descubrir para obtener un logro.
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